Se está acabando diciembre de este extraño 2020. No voy a
frivolizar mi balance ya que hay personas a quienes ha afectado de manera muy
cruda, únicamente voy a compartir cómo lo he vivido yo.
Por una intervención quirúrgica grave de mi compañero de
vida, secuestré mis disponibilidades desde enero al 16 de marzo.
Si, hasta el 16 de marzo.
A partir de esa fecha tenía la agenda a punto de explotar. Pero
explotó otra cosa y se llevó al traste todos mis proyectos.
Reconozco que no reaccioné de manera heroica. Me quedé
paralizada y hubiera firmado por invernar hasta que todo pasara… Pero fueron
mis clientes quienes a hostias, me hicieron salir rápidamente del letargo. ¡Y no
veas cómo se lo agradezco!
Estoy encantada de reconocer que tenía una visión estrecha y
errónea de las posibilidades de reunirse o impartir formación de manera online
(sincrónica), Creía que no tendrían nunca la efectividad que ofrecía “lo
presencial”. He cambiado de opinión ¡y
cómo!.
Era de las que repetía, igual que muchos, eso de que:
- “El lenguaje no verbal es menos detectable”
Innegablemente somos más expresivos en
persona (bueno, no todo el mundo…) pero pensemos que las presenciales con
mascarilla nos dan aún menos información y feedback.
Me ha sorprendido comprobar cómo es posible
detectar el estado de ánimo, el acuerdo/desacuerdo no expresado, la falta de
comprensión, el entusiasmo y muchos aspectos no verbalizados, de las personas
con quienes he compartido espacio virtual.
- “Todos hablan a la vez y los debates son caóticos”
Al contrario, después de acostumbrarnos a
levantar la mano en las reuniones virtuales, esta sana costumbre podría exportarse
a las presenciales. Ahí lo dejo.
- “La gente presta menos atención y son más
aburridas”
La culpa SOLO es nuestra. Existen muchos
recursos que desaprovechamos para conseguir la concentración de los participantes
Por cierto, aprovecho para recordar la
importancia de replantearnos a quién convocar…
- “Es mucho más frío”
Estoy tan agradecida de haber recibido
tanta calidez en reuniones en estos días y tanta participación, risas, vitalidad
y fuerza en cursos impartidos, que suerte que ya no tengo edad, si no, si tuviera
un hijo lo llamaría Zoom.
- “No dominamos la herramienta”
La gran ventaja es que en las presenciales abundaba
la ignorancia inconsciente. Creíamos que haber hecho muchas reuniones nos
convertía en buenos facilitadores. Craso error. Ahora, ante el desconocimiento
de las herramientas, nos hemos planteado “aprender” y eso acaba yendo más
allá de la simple utilización de las plataformas de turno.
- “Se estás olvidando buenas prácticas como el orden del día y las conclusiones y actas”
Es cierto en algunos casos. No dejemos que se
pierdan las buenas prácticas en reuniones virtuales.
Sin embargo, también es cierto que hábitos
como las reglas de juego, la P de parking consensuada y el cuadro de
compromisos, ahora se están implementando más.
- “Muchas dinámicas que podían hacerse en
presencial, no pueden utilizarse online”
Sólo en algún caso. En general, personalmente he podido “traducir”
y trasladar esas dinámicas a mis cursos en línea y además incorporar de nuevas.
Y no olvidemos que ahora las reuniones son mas cortas, hemos mejorado la puntualidad y hay menos formalidades innecesarias.
No encuentro a faltar las reuniones presenciales, aunque reconozco que sí, el
contacto personal de la formación presencial y los viajes que conllevaba.
Esperemos que cuando volvamos a “lo conocido” todos estos
aprendizajes nos ayuden a ser más efectivos y también mejores personas. El
tiempo lo dirá. No los gurús tertulianos.
Gracias Eva por manifestar tu experiencia personal. Un profesional excelente como tu solo hace que aprendamos de nuestras propias vivencias. Y que es sino la mejora continua? El aprendizaje continuo. Gracias por tu sinceridad, todo un ejemplo.
ResponderEliminarDe nada. Contenta de que te pareciera interesante.
ResponderEliminarUn abrazo
Molt bona reflexió, feta des de la humilitat d'adonar-se que sempre podem ampliar la nostra visió i de la inteligencia de fer-ho, reconèixer-ho i anar més enllà del que es obvi. Gràcies!
ResponderEliminarGràcies Ramon, pel teu comentari i per l'elegància d'avisar-me en privat d'una errada... ;)
ResponderEliminarHola Eva, feliz año. Yo me he encontrado de todo. Reuniones mucho más eficaces, formaciones horribles... Tenemos mucho que aprender y adaptarnos a los nuevos tiempos. Convocantes y convocados.
ResponderEliminarCoincido contigo Alberto, de todo hay...
ResponderEliminarTenemos que adaptarnos y no dejar de aprender.
Un abrazo