Algunos usos del “NO” que inhiben la participación.
Tampoco hay que
obsesionarse, como hacen algunos positivos talibanes, con la prohibición casi
absoluta de utilizar el NO. Cuando
oigo que si utilizas el no, eres negativo, así, a bocajarro, sin matices,
siempre pienso que prefiero que me lancen un “NO será fácil”, antes de un “será difícil”…
Sin embargo, hay
algunas inercias de uso del NO en
reuniones, que convendría desactivar:
1) Cuando
no estamos de acuerdo con algo que otro está planteando (y puede ser solo un pequeño matiz) ese tic de ir
diciendo “no” repetidamente, verbal
o moviendo la cabeza, mientras el otro habla.
En los cursos de Optimización de Reuniones,
incluyo a veces un pequeño ejercicio que permite ver qué hábitos de escucha
tenemos y más de un 20% de los participantes constata que “cae” en esa trampa.
Las consecuencias son claras: si mientras yo estoy hablando, otro con
coreografía o estribillo va negando
lo que digo, tengo dos opciones: dejo de participar o cuando me hable él/ella, no le escucharé con la misma atención
(micro-venganzas)
Observad en futuras reuniones a las que asistáis, la cantidad
de gente que lo hace…
2) Evitar
cuando contesto a alguien usar la fórmula: “No. Lo que pasa es que” o similares. A menudo, iniciamos “afirmando”
un NO
con rotundidad y luego exponemos nuestro punto de vista. Es un tic habitual,
pero es percibido como una negación
de la totalidad de lo que ha expuesto el otro y no suele ser bien recibido.
3) Otro “vicio
comunicativo” es cuando un facilitador formula una pregunta (pseudo-retórica)
esperando una respuesta muy concreta. Cuando recibe por parte de los
participantes otras propuestas a la esperada, a pesar de que serían
perfectamente aceptables, al no ser la suya, contesta con una gran
sonrisa: “NO” y dirigen su mirada a
otros participantes. Después de un par de “NO”,
la gente deja de compartir, pensando, “pues dilo tú”.
-
¿Cuál
sería la solución para “X”?
-
Coordinarnos
mejor
-
No (con sonrisa)
-
Reunirnos
cada semana
-
No (con sonrisa)
-
Silencio…
-
Venga,
venga… ¿Nadie lo sabe? La
solución sería bla, bla, bla
Quizá quien la usa, podrá creer
que es una técnica simpática de dinamización… pero es un inhibidor de la participación,
que podríamos resolver sustituyendo esos “NO”
por “Si. ¿Y qué otra cosa se os ocurre? El cambio es enorme en la dinámica que
se establece. Pasamos de recoger a acoger aportaciones.
Espero que a
pesar de tanto “NO” en el artículo, lo consideréis positivamente.
Foto de Pietro Jeng (Pexels)
¡Genial artículo Eva!
ResponderEliminarHe comprobado algunos de los vicios o inercias que comentas suelen darse en estos casos y lo cierto es que los resultados son bastante negativos.
Armonizar una reunión, debate o seminario fomentando la participación activa de los diferentes miembros, en mi opinión depende, en su gran mayoría, del enfoque que le dé el coordinador o la persona que expone el tema en cuestión.
Por otro lado, contar con la colaboración del resto de participantes, evitando estas inercias, siempre ayudará y mucho a mejorar la experiencia para conseguir llegar a los objetivos de la reunión.
En conclusión, cada uno tiene su parte de responsabilidad, en mayor o menor medida, pero es responsabilidad de todos contribuir a una buena comunicación dentro de estos encuentros.
Abrazo y felicidades por el artículo
Me alegra que te haya gustado, Yan.
EliminarUn abrazo
Felicidades por el artículo, Eva.
ResponderEliminarHay siempre material útil, práctico, interesante y planteado de manera breve y divertida.
Ahora cada vez que oigo lo del "NO" en las formulas que planteas (hora lo escucho mucho más...) me obligas a sonreir. Gracias