Lo que aprendí de MI Macgyver
Soy una inútil en todo lo que requiere
habilidad manual.
Por suerte, en mi entorno muy cercano tengo un
“manitas” versión catalana de Macgyver. Le debo mucho, incluso me ha enseñado
(sin querer) algo que comparto en mi taller de reuniones. ¿A encontrar el punto
perfecto de aire acondicionado para que todo el mundo esté satisfecho? No. Eso
no lo logra ni dios. Lo que sí me ha enseñado, es a tratar con una de las
múltiples tipologías de la figura “estoy en contra”. Me refiero, concretamente,
al espíritu de contradicción.
Si le preguntaba “¿te importaría arreglarme
esto?, me contestaba “por el precio que tiene uno nuevo, no merece la pena perder el tiempo en repararlo”.
Sin embargo, si mi comentario era: No vale la
pena arreglarlo ¿verdad?, su respuesta era invariablemente: “¡cómo sois de
consumistas! Se nota que no habéis vivido una posguerra. Trae, que yo en unos
minutos te lo hago y además me relaja”.
Don/Doña espíritu de contradicción, que a veces
nos encontramos en una reunión (o simplemente en nuestro entorno), no tiene por
qué ser una persona ilógica o sin sentido común, sencillamente le divierte
llevar la contraria (o únicamente no puede evitarlo). Muy al contrario, suelen ser personas muy inteligentes y ágiles mentalmente
(encontrar argumentos “veleta” con tanta rapidez no es fácil y requiere toda
una vida de entrenamiento).
Es por eso a veces conviene analizar cómo se le
presentan las cosas…
"¿Qué hago, compro uno nuevo o lo hago reparar?" Esta pregunta neutra (el tono no debe señalar tu preferencia), es la mejor
manera de obtener su respuesta mas objetiva.
En el entorno laboral, en ocasiones, funciona
muy bien “el pasilleo”: si antes de exponerle en la reunión nuestra propuesta,
le pedimos su opinión (sin desvelar el contenido de la misma), es probable que
no se aleje tanto de lo que pretendemos proponer.
Suerte
Fina observadora de la realitat com sempre. M'ha agradat. Ramon
ResponderEliminarTenir el teu "aval", és important, Ramon ;)
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