Pregunta, pregunta...
Aquí tenéis la traducción de un artículo de los hermanos Cantavella publicado este sábado en el suplemento económico del periódico El Punt - Avui
“El líder del pasado era una persona que sabía cómo dar instrucciones. El líder del futuro será una persona que sepa cómo preguntar.” Peter Drucker
Pero saber preguntar no es
tan fácil.
Como prueba solo hace falta
escuchar las preguntas que solemos hacer cuando vamos a visitar al hospital a
alguien que acaba de sufrir un accidente: “¿Cómo te encuentras?” Está vendado
hasta las cejas, le duelen las pestañas y no puede ni contestar y allí llegamos
nosotros con nuestra mejor sonrisa y nuestra fantástica pregunta, cargados de
buenas intenciones.
El momento de hacer la
pregunta también es una maravillosa oportunidad para mostrar nuestra
inoportunidad. Y si no, quién no
recuerda una visita al dentista en la que con la boca abierta y en su interior
un par de manos y otro par de instrumentos metálicos, el profesional nos
pregunta ¿Y así a qué te dedicas?. Mal momento para contestar: “a la
comunicación”…
¿Y en el trabajo? Aquí
tenemos LA PREGUNTA QUE JAMÁS DEBE HACERSE en el entorno laboral. ¿Es urgente?
Vamos a ver… ¿Alguna vez en vuestra vida
os han contestado que no? De manera que ese mismo día te han pedido 7
cosas diferentes y todas son urgentes. Dime tu cómo vas a conseguir
planificarte.
Si sustituyes esa pregunta
por otra: ¿para cuándo lo necesitas?,
vas a poder organizarte con mayor facilidad. Ya sabemos que algunos te
contestarán con el típico “para ayer”, pero afortunadamente no todos son tan
graciosos…
Cuando le pedimos a alguien
que haga algo, todos pensamos que si le decimos que no es urgente, acabará
arrinconado en el trastero de las no prioridades. Así que, lo necesitemos para
dentro de 10 minutos, 24 horas o antes de final de mes, la respuesta invariable
va a ser: “si, si, urgente”.
Un tema interesante es
analizar por qué la gente pregunta. Los motivos, personales pero transferibles,
para hacerlo son múltiples:
- · Por un interés real
Piden
información o una aclaración que realmente necesitan.
- · Por intereses, también muy reales
Dirigen
la pregunta conociendo de antemano la respuesta, porque quieren que esa
información o posición aparezca en la conversación o reunión, justo en ese
momento concreto. Responde a la simple estrategia de tener claro que no es lo
mismo que yo diga algo, a que lo diga otro…
- · Para parecer interesado
Puro
maquillaje. Piden opinión o información adicional pero únicamente por quedar
bien. La típica pregunta de peloteo.
·
- Para hacer que otro se sienta escuchado porque nos interesa su implicación
Algunos
tienen muy claro que nadie se implica si no se siente, aunque sea
tangencialmente, partícipe de una decisión. Si creemos que hemos colaborado con
nuestra opinión en la creación de algo que nos va a afectar, probablemente
seremos menos reacios a ponerlo en marcha.
- · Para interesar, captar la atención o generar suspense
No
es lo mismo iniciar una reunión, por ejemplo diciendo que hemos conseguido
reducir las reclamaciones de nuestros clientes en un 6,2%, que iniciar
preguntando si alguien sabe a qué corresponde ese porcentaje.
Otro
uso podría ser cuando en una reunión todos hablan a la vez y no hay manera de
que te dejen meter baza. Por mucho que intentes dar tu punto de vista “ya,
pero…” “yo creo que…”, no consigues entrar. Si además no te gusta elevar el
volumen de tu voz, siempre puedes optar por decir dos palabras mágicas (eso sí,
subiendo el tono al pronunciarlas) “una pregunta”. Probablemente consigas un
micro silencio (no te engañes, solo es para poder contestar ellos!) y aquí
velozmente incorporas tu opinión o punto de vista en forma de pregunta… “¿no
creéis que si hacemos tal cosa podría tener como consecuencia bla, bla , bla?
- · Para parecer interesante
Son
preguntas lanzadas con la finalidad de lucirse ante los demás y que carecen
totalmente de voluntad interrogatoria. Con una pregunta algunos pueden alardear
de conocimientos y de paso aprovechar para poner de manifiesto las carencias de
otros… Feo, feo…
Existen innumerables
técnicas y trucos basados en el arte de preguntar. Como ejemplo os pondremos uno que
no es muy conocido:
Si alguien comenta que una
reunión fue desastrosa (por poner un ejemplo bastante habitual), solemos
preguntarle directamente ¿por qué? Y aquí probablemente entrará a evaluar de
manera subjetiva las diferentes responsabilidades. O tal como propone un
moderador que conocemos bien, podemos limitarnos a repetir con tono
interrogativo, el calificativo que ha elegido: - “¿desastrosa?”
Y probablemente, obtendremos una información más
global…
Lo que está claro es que
hay buenas y malas preguntas y que si lo que obtenemos de nuestra pregunta no
es el resultado esperado, si le dedicamos posteriormente unos minutos,
encontraremos cuál hubiese sido la buena pregunta.
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