domingo, 3 de octubre de 2010

El "drama" de cambiar de opinión en público


¿Por qué nos cuesta tanto cambiar de opinión?

Aquí tenéis una parte de la emisión del programa el Hormiguero donde Elsa Punset trata el tema, que a mí siempre me ha llamado la atención, de cómo nos aferramos a nuestras posiciones.

http://www.youtube.com/watch?v=43CScGRScjY

En reuniones vemos en ocasiones, cómo algunas personas (a veces el propio moderador!) se encierran en una postura indefendible, creando situaciones algo patéticas, por el simple hecho de no dar el brazo a torcer.

Cambiar de opinión no significa tener una personalidad frágil o ser “un veleta”, sino saber escuchar y mostrar una mente abierta capaz de aceptar argumentos sólidos, lo que mejora nuestra imagen de imparcialidad en lugar de menoscabarla.

6 comentarios:

  1. Es curioso el experimento y la conclusión algo alarmante. En las reuniones también hay rituales inútiles que se repiten en el tiempo.

    Julián

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  2. Sorprendente!!!

    Me preocupa pensar que esa tendencia a aferrarnos a lo seguro, a lo que ha de ser, inhiba las capacidades de crear y desarrollar líneas distintas y sugerentes, aunque más peligrosas por no haber sido ensayadas previamente...

    Gracias por tan fantástica aportación!

    Un abrazo

    Ana

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  3. Es raro ver cómo nos apegamos a rituales en la vida privida y en lo laboral, muchas veces sin sentido alguno.

    Oscar

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