
EL ¿APARENTE? ROBO DE IDEAS
La mayoría de las personas somos capaces de recordar (que no de olvidar) una situación en que ingenuamente dimos una idea a alguien. Su respuesta fue agradecernos el interés (o no) y luego decirnos que no era el momento, que no era posible, o que “en esa empresa” nunca…
Al cabo de un tiempo, esa misma persona aparecía en una reunión y satisfecho de sí mismo ¿adivináis qué presentaba como fruto de su propia inspiración? NUESTRA IDEA!!!
Reacciones posibles :
- Defender en la reunión nuestra autoría
- Hablar con él en privado
- No decir nada y decidir “dejar de pensar” en la empresa…
Desafortunadamente, la última es la más habitual, con la consiguiente pérdida de ideas valiosas que nunca verán la luz. Ninguna empresa puede permitirse huelgas cerebrales de sus colaboradores.
Pero ese robo no es siempre consciente. Puede suceder que Matilde le proponga a su jefe “a minúscula rodeada con un círculo”. A éste, la idea no le parece aplicable, pero le va dado vueltas hasta que de él surge una idea ¿nueva? (para él sí!) : “A mayúscula rodeada de un cuadrado”.Conflicto de visiones (y de egos) : para Matilde ES LA MISMA IDEA. Para su jefe NO.
Si el jefe es hábil, lo que hará cuando presente su A mayúscula en la reunión, será recordar que en su día Matilde propuso una “a minúscula” y que madurando el tema y adaptándola, gracias a ella surgió “A mayúscula” y por lo tanto agradecer “la inspiración”.