miércoles, 31 de octubre de 2018

Bienvenidos al concurso. quien piensa, pierde.




Pensar y reunirse no debería ser incompatible

Bienvenidos al concurso: ¡En reuniones, quién piensa, pierde! (Si. Los Luthiers me encantan.)

Hay personas que piensan antes, durante y después de cada reunión. Pues es una pena, ya que no son candidatas al concurso que las podría llevar a la fama en muchas organizaciones. ¡Qué se le va a hacer!

El casting es durísimo. Debes superar el antes, el durante y el después de la reunión.

Hoy me centraré en el Antes:

La primera prueba eliminatoria es verificar si se ha puesto el reuniómetro automático. Si confiesas que has sospesado si valía la pena hacer la reunión o podías haberla sustituido por otra vía, te rechazan automáticamente. Incluso te hacen sentir mal por presentarte a este concurso sin el talento requerido y hacerles perder el tiempo.

Después vienen preguntas sutiles y más sibilinas: ¿cómo has seleccionado a los participantes? ¿has identificado los claves y qué has hecho con ellos?. Os aconsejo poner cara de “no he entendido la pregunta”, incluso cuando te la hagan por tercera vez.

Cuando te pregunten por el orden del día, ¡alerta! Aunque envíes ese documento con la antelación necesaria detallando los objetivos, con tiempos marcados etc… no lo admitas jamás. Si lo haces, te descalifican de inmediato.

Cuando oigas “¿cuál es tu momento favorito para convocarlas?” si no quieres improvisar puedes optar por “los viernes por la tarde a última hora”. Verás sonreír con admiración al responsable del casting mientras piensa que eres una promesa.

Si te preguntan si todos los participantes tienen claro qué han de aportar a la reunión, la respuesta del último ganador fue: “tampoco hace falta que aparezca en la convocatoria ya que es de sentido común” Y me parece memorable, porque además traduce ese estilo condescendiente, poco conciso y ambiguo que deja adivinar que también se superará la segunda fase del casting. Otros aportaron un vídeo con las interrupciones de varios participantes que tuvieron que ausentarse para buscar documentos que no sabían que eran necesarios. Unos craks.

“¿Hablas con alguien antes de la reunión?” Comentaros que aquí un ingenuo confesó de manera vergonzosa, haber realizado un nemawashi en alguna ocasión. Fue expulsado de manera humillante y creo que hasta tiene una demanda pendiente. Bueno, muy bien no sé qué paso, ya que lo comentaron por encima en una reunión de no sé qué.

Criba final: ¿Envías documentación adicional junto a la convocatoria? Aquí lúcete y sé pródigo en ejemplos de cantidad y no calidad de documentos. Hubo quien habló de páginas amarillas, pero como el entrevistador era muy joven no lo entendió y no superó la prueba. 

Hasta aquí mis consejos básicos para poder participar en este maravilloso concurso televisivo. ¡Y que gane el peor!


Foto de Pexels en Pixabay

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