martes, 31 de mayo de 2011

La “convocatoria protocolaria" o para no herir...



Convocatorias protocolarias: la anti optimización de reuniones

“Yo utilizo las reuniones para cubrir la necesidad de pertenencia de mi gente y que se sientan parte del equipo”

Por pura inercia o incluso para no herir sentimientos, a veces nos cuesta excluir de una convocatoria a una o dos personas a quienes realmente la reunión no aporta ni afecta en absoluto. Pero al convocar al resto del equipo... tememos lesionar susceptibilidades y el clima es lo primero!!!. El resultado es un participante que en general no tiene nada que aportar y que está pensando en el trabajo que le está esperando y en la pérdida de tiempo que para él supone estar allí. Y tiene razón!!!

Pero si no le convocamos, corremos el riesgo de ofenderle “no sé qué hacen, se han reunido todos y a mí no me han dicho nada…” (a leer en tono melodramático…).

La mejor alternativa es hablar previamente con él y explicarle asertivamente el motivo por el cuál no se le convoca, pero indicándole que si tiene alguna aportación o sugerencia está invitado (no convocado).

En la mayoría de las ocasiones, la persona agradecerá nuestro gesto y sólo acudirá si realmente su interés o aportaciones lo justifican. De este modo todos salimos ganando :

- Si no acude: él tiene la sensación de haber ahorrado tiempo y nosotros evitamos la presencia de un asistente “irrelevante”.

- Si acude: lo más habitual será que se esfuerce en justificar su presencia, lo que suele redundar en un enriquecimiento de la reunión.

3 comentarios:

  1. Muy realista eso de "no sé qué hacen... no me han dicho nada" jejeje

    Claudia

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  2. Hay veces en que no hablamos por que creemos que no tenemos tiempo y luego se lo haemos perder a otros...

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  3. A poner en práctica.

    Ana

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